jueves, 14 de diciembre de 2017

El problema de la gobernanza de Internet


Escribí este ensayo en mayo de 2015, como parte de los trabajos de la asignatura 'Organizaciones y políticas públicas para el desarrollo', de la Maestría en Gerencia y Práctica del Desarrollo, de la Universidad de los Andes (Bogotá DC). 

Hoy, 14 de diciembre de 2017, ante la decisión tomada por el gobierno de los Estados Unidos de terminar con la 'neutralidad de la red', algunas de sus conclusiones cobran especial importancia. 

El problema de la gobernanza de Internet
1. Introducción
El Internet Governance Forum (IGF), máximo espacio de diálogo entre partes involucradas en la gobernanza de la Red global[1], promovido por la Organización de las Naciones Unidas, señala que "(...) hoy Internet es el factor más dinámico en el desarrollo global, social, cultural y político" (ONU, 2013)[2]. De modo que hablar de la Gobernanza de Internet es abordar uno de los temas de mayor interés, y conflicto, en la política global actual.
No es casual. Nos encontramos en un nuevo contexto. El que Castells ha denominado 'La era de la Información', es decir "la transformación histórica multidimensional definida por la transformación del sistema productivo, del sistema organizativo, del sistema cultural y del sistema institucional sobre la base de una revolución tecnológica que no es la causa pero sí el soporte indispensable" (Castells, 2003).[3]
¿Cómo podría abordarse el análisis de la Gobernanza de Internet? Un avance es entender la Gobernanza (sin apellido) como "los procesos de acción colectiva que organizan la acción entre los actores, la dinámica de los procesos y las reglas de juego con las cuales una sociedad toma sus decisiones y determina su conducta". Citado por (Launay-Gama & Bolívar, 2010).[4]
Esta definición contiene casi todos los elementos que resultan útiles para este trabajo, con una pequeña excepción. Se enmarca en el escenario político tradicional, el Estado - nación, por lo cual su actor principal es una sociedad.
Pero ¿qué pasa cuando esa 'sociedad' corresponde al 39 por ciento de la población mundial?[5]. Ya no se trata de un Estado y una sociedad específicos. Entramos en un digno debate de la Era de la Información / Globalización, un escenario histórico en el cual la capacidad de gestión de los Estados-nación se ve desbordada, si bien "no los invalida totalmente, pero los obliga a orientar su política en torno a la adaptación de los sistemas instrumentales de sus países hacia la navegación en los flujos globales" (Castells, 2003).
En este contexto, la idea de gobernanza se replantea, ya que más que un concepto acabado y operativo -pues existen diversas y contradictorias formas de definirla- es la expresión de un problema, de una tensión entre dos épocas con reglas distintas (Filibi López, 2010). Así que la Gobernanza de Internet es un reto tanto teórico-conceptual como práctico, al representar una ruptura del marco político tradicional para hacerse global y, potencialmente, más plural en actores e intereses.
Ante este problema, el propósito de este ensayo es identificar a los principales actores en conflicto frente a la Gobernanza de Internet y contrastar sus posiciones sobre los escenarios globales de toma de decisiones, partiendo de la pregunta ¿Cómo afecta el desarrollo y el futuro de Internet la dificultad para establecer el modelo de gobernanza más apropiado para su naturaleza global y cambiante?

2. Internet: hija de la ciencia y la seguridad nacional
Si ahora se debate con ardor por la neutralidad de la red o los derechos de los usuarios, es producto de la enorme transformación que la Red global ha sufrido desde sus inicios, pues su origen fue producto de otros intereses.
Podríamos preguntarle a Vinton G. Cerf y Robert E. Kahn, los padres de Internet, tal y como lo conocemos hoy en día; responsables de consolidar en los años ochenta un protocolo único global, que permitió amplificar exponencialmente una iniciativa de interconexión y transmisión de datos  (Leiner, y otros, 2012).
Cerf y Kahn recogieron el trabajo que, desde los años sesenta del siglo XX, llevaron a cabo científicos de universidades como MIT y UCLA, y que dio como primer resultado Arpanet, una red bajo el auspicio del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Entre otros pilares de su concepción, los pioneros concibieron la Red como:
1. Una arquitectura abierta. Es decir que, "en general, no existen restricciones sobre el tipo de redes que se pueden incluir o sobre su alcance geográfico (...)". Este punto es clave dentro de las discusiones actuales sobre la Gobernanza de Internet.
2. Sin control global a nivel operativo
3. Con un "sentido de comunidad". Cabe añadir, en ese momento, de comunidad académica y científica.
Un cuarto aspecto relevante es que muy pronto, a comienzos de los años ochenta, se descubrió su potencial comercial. En principio, de venta de equipos de computación y redes y programas. Más adelante, llegó el e-commerce...

3. La Gobernanza de Internet
¿Qué entendemos por Gobernanza de Internet? De la multitud de definiciones que se encuentran a lo largo y ancho de Internet, este análisis se apoya en la emitida por el IGF[6]:
"La gobernanza de Internet es el desarrollo y la aplicación por los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, en las funciones que les competen respectivamente, de principios, normas, reglas, procedimientos de adopción de decisiones y programas comunes que configuran la evolución y utilización de Internet". Grupo de Trabajo de la Gobernanza de Internet (WGIG, por sus siglas en inglés, citado por (Pérez & Olmos, 2009)).
Esta definición tiene en cuenta dos aspectos importantes: 1) la interdependencia en la toma de decisiones de los diferentes actores, y 2) la relación horizontal entre estos. Pero antes de entrar a detallar a las partes interesadas y sus posiciones en el debate, volvamos sobre la globalización.
La posibilidad de un mundo totalmente conectado plantea, en teoría, ventajas para todos. Sin embargo, como tantos otros recursos, Internet también tiene fallas en su distribución. El 90 por ciento de los 1.100 millones de hogares de todo el mundo que carecen de acceso a Internet está situado en países en desarrollo (UIT, 2013).[7]
Respondiendo a las preocupaciones de sobre el acceso a Internet, sus desarrollos y contenidos en la construcción de desarrollo, varios de los encuentros anuales del IGF se han dedicado a la relación entre Internet, su gobernanza y el desarrollo sostenible, subrayando que,
The overall relationship between Internet governance and sustainable development was raised as an issue of concern... the concept of social development was sometimes mis-understood to mean that this development emphasized environmental protection and viability. Sustainable in this context actually means that development progress should ensure that those generations to come enjoy the same benefits and prosperity that current generations are receiving from development activities. Therefore, when using ICTs in development we must keep our future generations at the forefront of our minds. (ONU, 2013)

Y las preocupaciones van mucho más allá, porque se vuelve a poner en evidencia que el Estado ya no es el espacio en el que se definen  estos temas. Es solo otro actor. Flujos de todo tipo -capitales, tecnologías, información, migraciones, entre otros- penetran y atraviesan las fronteras territoriales estatales.
Más grave aún, problemas como el terrorismo (el de siempre y el cibernético), el crimen organizado y personas y organizaciones que vulneran los derechos de los niños, por mencionar solo algunos casos, también hacen parte de dichos flujos, especialmente a través de Internet, como lo muestran, por ejemplo, los casos de jóvenes que se alistan en el llamado 'Estado Islámico' luego de ser captados por redes sociales[8] o los sitios web creados para promover la bulimia y la anorexia[9].

4. Las posiciones de los actores relevantes
En los escenarios de discusión de la Gobernanza de Internet se ha impuesto un modelo 'multistakeholder', en el que primer actor fue la comunidad académica y científica, a la que paulatinamente se unieron los gobiernos, las empresas privadas, y la sociedad civil. A este grupo hay que sumar los organismos internacionales que conducen la discusión y la toma de decisiones.
Para algunos de los miembros más representativos de la comunidad académica y científica, "la pregunta más acuciante del futuro de Internet no es cómo la tecnología cambiará, sino cómo se gestionará el proceso de cambio y evolución [...] Si Internet tropieza no será porque nos falta tecnología, visión o motivación. Será porque no podemos determinar una dirección y caminar juntos hacia el futuro. (Leiner, y otros, 2012).
Vinton Cerf (ahora también 'evangelista' de Google), al hacer el balance del IGF de Estambul, comentaba que "el riesgo que enfrentamos es que los gobiernos reclaman más injerencia y una condición de primus interpares, las empresas quieren hacerse oír con más fuerza indicando que de ellas dependen las inversiones futuras, y algunos actores de la sociedad civil exigen hacerse escuchar y rechazan en definitiva el diálogo multistakeholder" (Gonzalo, 2014).
Pero no hay que preocuparse, pues para las empresas privadas no hay anti 'multisteakeholderismo' que valga. No mientras el sector de Internet pueda prever ganancias de 613 mil millones de dólares en un solo año, según un estudio patrocinado por la firma de tecnología Cisco (Cisco, 2013).
Luchando por no salir del juego, los Estados han mantenido espacios de autogestión como, por ejemplo, en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (Ginebra, 2003 y Túnez, 2005) en la que se "se reconoció la necesidad de que cada nación debía diseñar sus propias políticas públicas, atendiendo a criterios de identidad nacional y territorial en lo que se refiere a cultura, idioma y respeto a las libertades de cada individuo, siempre en sintonía con los convenios y acuerdos internacionales" (Pérez & Olmos, 2009). Es allí en donde aparecen iniciativas gubernamentales como el Marco Civil de Internet, aprobado en Brasil[10], o la llamada 'Ley Lleras' en Colombia[11], Dos visiones opuestas sobre el papel de los gobiernos y los derechos y libertades de los actores activos en el mundo digital.[12]
Por otro lado, debido a su enorme heterogeneidad, la sociedad civil es la que presenta discursos más radicales. Mientras que es el actor que crece más en su participación en el IGF (ONU, 2013), también ha creado espacios paralelos. Específicamente, el Internet Ungovernance Forum (IUF), que tuvo lugar al mismo tiempo que el IGF 2014 en Estambul (Turquía).
Precisamente el lugar en el que se llevó a cabo la conferencia fue uno de los motivos de protesta, pues el gobierno turco ha venido bloqueando el acceso de sus ciudadanos a Youtube, Facebook y Twitter, como medida para contener las protestas sociales y su difusión a nivel mundial.
En un aparte de su declaración oficial, los organizadores del IUF identifican como problemas vitales de Internet: la censura y la libertad de expresión, la vigilancia y la privacidad, la excesiva comercialización y los súper monopolios, las aproximaciones proteccionistas, prohibicionistas y conservadoras de  gobernanza, con los terribles ejemplos de países como Turquía. Y hacen un llamado a ver los problemas de Internet más allá de los aspectos tecnológicos, para llamar la atención sobre la importancia de la Red como infraestructura fundamental para las sociedades, ciudades, educación salud, trabajo, medios y comunicaciones, cultura y las actividades de la vida diaria (Alternative Informatics Association, 2014)[13].
Ante tan variados intereses han surgido organizaciones que buscan establecer diálogos, conseguir acuerdos y hacerles seguimiento o, directamente, gobernar sobre algunos de los aspectos de la Gobernanza de Internet. Entre estos podemos contar a:
- El Foro de la Gobernanza de Internet (IGF, por sus siglas en inglés) se construye sobre el esquema de la cooperación (multistakeholder). Este foro surge como un resultado directo de la Cumbre celebrada por los grupos interesados (gobiernos, sector privado, sociedad civil y comunidades científica y técnica) para estimular el debate y la discusión, intercambiar información y compartir buenas prácticas. Los participantes en el IGF contribuyen como iguales en un diálogo sobre cuestiones de políticas públicas relacionadas con Internet y su gobernanza. Aunque IGF no tiene la autoridad para la toma de decisiones, puede informar e inspirar a los que sí están en posición de tomarlas (Pérez & Olmos, 2009).[14]
Varios autores señalan cuestionan la utilidad del IGF. Hay que decir que, al revisar someramente los informes finales de las dos últimas conferencias se entiende esta crítica, pues son documentos que no llegan a ninguna conclusión ni recomendación, y se limitan a presentar transcripciones editadas de los distintos espacios internos de la reunión.[15]
- La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ha transmitido un interés continuado por hacerse con un rol de mayor alcance en la futura dirección del IGF.
- ICANN, la organización de mayor peso actualmente en la gestión de los recursos críticos de Internet, ha venido actuando en virtud de un acuerdo con el Departamento de Comercio estadounidense. También se adhiere al modelo 'multistakeholder'.

5. Conclusión
Internet es un elemento fundamental en la Era de la Información y en la construcción del desarrollo sostenible, pero también es un territorio 'de todos y de nadie' así que, más allá de la frase común, ¿qué implican todos estos elementos a la hora de definir la Gobernanza de Internet?. Podemos decir que, ante una crisis de gobernanza, ¿la red global está en riesgo de caer en la 'Tragedia de los Comunes' si no se utiliza racionalmente por parte de todos los actores involucrados?.
La necesidad de regular algunos de los aspectos y procedimientos que permiten el funcionamiento de Internet no se puede usar para limitarlo ante los intereses de los gobiernos nacionales, las empresas privadas o la multifacética sociedad civil. Tampoco para clamar por el establecimiento de un "gobierno global" que controle todo, ni siquiera frente a planteamientos según los cuales el Estado-nación ya no es capaz de resolver las necesidades de sus ciudadanos, y ante la mundialización de la economía, la cultura y la política, y la desregulación de todos los espacios sociales (Rojo Salgado, 2010).
En un punto medio, los espacios de dialogo son necesarios e importantes, pero si no toman decisiones son, sencillamente, inoperantes. De modo que deberían ser fortalecidos en su capacidad de decisión, ejecución y monitoreo. Para que esto sea viable, es fundamental que las partes interesadas también se fortalezcan, muestren transparencia y mantengan el debate abierto a todos los demás actores, reconfigurando 'la comunidad' en un sentido más amplio e incluyente.
De esta forma, la evolución permanente de Internet no se verá frustrada por pugnas y divisiones, y los conflictos serán empleados como oportunidades de mejora y nuevos avances, en su calidad de recurso de importancia estratégica.


Bibliografía
-Alternative Informatics Association. (2014). Internet Ungovernance Forum. Recuperado el Abril de 2015, de https://iuf.alternatifbilisim.org/
-Castells, M. (2012). Comunicación y Poder. (M. Hernández, Trad.) México: Siglo XXI Editores.
-Castells, M. (2003). Panorama de la Era de la Información en América Latina: ¿Es sostenible la globalización? En F. Calderón, ¿Es sostenible la globalización en América Latina? Debates con Manuel Castells (págs. 19-41). Bolivia: PNUD-FCE.
-Castells, M. (2010). The Information Age (2nd ed., Vol. I The rise of the network society ). UK: Blackwell Publishing Ltd.
-Cisco. (2013). Global Newsroom Cisco. Recuperado el Abril de 2015, de globalnewsroom.cisco.com/es/la/press-releases/se-espera-que-internet-de-todo-genere-ganancias-po-nasdaq-csco-1028296
-Filibi López, I. (2010). Democracia postsoberana: gobernanza o el retorno de lo político. En Varios, Gobenanza global y democracia (págs. 107-128). Mexicali : Universidad Autónoma de Baja California.
-Gonzalo, M. (11 de Septiembre de 2014). Diario Turing. Recuperado el Marzo de 2015, de Qué se dijo en el IGF 2014 sobre la neutralidad de la red: http://www.eldiario.es/turing/dijo-IGF-neutralidad-red_0_302020480.html
-Launay-Gama, C., & Bolívar, I. J. (2010). La gobernanza como vínculo entre gobernados y gobernantes. En Varios, Gobernanza y conflicto en Colombia (págs. 13-21). Bogotá DC: Cinep - IRG.
-Leiner, B. M., Cerf, V. G., Clark, D. D., Kahn, R. E., Kleinrock, L., Lynch, D. C., y otros. (2012). Internet Society. Recuperado el 23 de Marzo de 2015, de Breve historia de Internet: http://www.internetsociety.org/es/breve-historia-de-internet#Origins
-Mankiw, N. G. (2013). Principios de Economía. México: Cengage Learning.
-Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. (s.f.). Min TIC. Recuperado el 01 de 05 de 2015, de http://www.mintic.gov.co/portal/604/w3-propertyvalue-540.html
-ONU. (2013). The Seventh Meeting of the Internet Governance. IGF 2012 – ‘Internet Governance for Sustainable Human, Economic and Social Development’. Baku, Azerbaijan: Organización de las Naciones Unidas.
-Pérez, J., & Olmos, A. (2009). Introducción. Gobernanza de Internet. Telos.
-Rojo Salgado, A. (2010). Globalización y crisis de la política: la necesidad de instaurar el espacio público. En Varios, Gobernanza global y democracia (págs. 129-146). Mexicali: Uniiversidad Autónoma de Baja California.
-UIT. (2013). itunews.itu.int. Recuperado el 30 de Marzo de 2015, de https://itunews.itu.int/es/3781-Lo-mas-destacado-de-El-mundo-en-2013-datos-y-cifras-relativos-a-las-TIC.note.aspx


miércoles, 31 de agosto de 2016

"No todos los muertos son noticia"



Uno de los muchos retos del postconflicto en Colombia es la ubicación e identificación de la víctimas aún desaparecidas y de los actores armados que yacen en fosas. A propósito, escribí esta crónica en el 2013.


“No todos los muertos son noticia”


En diciembre de 2011 recibí una tarjeta de Navidad que, en lugar de copos de nieve o imágenes de Papá Noel, traía en la portada la vista anterior de un fémur izquierdo, en origami, con todas sus partes detalladas. En el interior de la tarjeta, un sencillo mensaje: “felices pascuas y próspero año”. Un detalle simpático, porque a mí el fémur izquierdo me salió mal de fábrica. Para María Isabel Cardona Rodríguez, la autora intelectual de la tarjeta, la emoción del regalo se convirtió en vergüenza cuando mi luxación de cadera salió a colación en la sala llena de familiares mutuos.



La tarjeta no llevaba una pizca de mala intención; en cambio, me permitió conocer la verdadera pasión de María Isabel: los huesos humanos; por los que hoy, casi dos años después de aquella Navidad, dejó su Bogotá natal por Barranquilla, para trabajar en la Regional Norte del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Allí se desempeña como antropóloga forense, con la misión de identificar los restos de docenas de colombianos, víctimas de la violencia, que han permanecido por años en fosas comunes y cementerios con una placa de ‘No Identificado’. 


Esa misma violencia que no cesa llevó a su laboratorio, a lo largo del pasado mes de julio, restos humanos frescos, desmembrados, algo a lo que ella no está acostumbrada. Esta tarea le resulta menos agradable, por lo difícil que es trabajar con cadáveres en descomposición pero, sobre todo, por lo impresión que causa ver cuerpos mutilados con violencia y sevicia. Cuando nos encontramos en su apartamento, un espacio de paredes blancas y calaveras de plástico y madera en cada estante, mi primera inquietud es si ella calculaba que vería tanta maldad. Su respuesta sale rápido: un “no” rotundo.  Estos casos le han mostrado algo que para ella no es normal, y a lo que cree que nadie debería acostumbrarse. Su voz suave, sus gestos firmes, y el permanente movimiento de sus pequeñas manos reafirman cada expresión. Para cerrar el tema, María Isabel cambia otra vez el ritmo de sus palabras: “yo quiero a Barranquilla, estoy amañada, y que esto esté pasando aquí es realmente preocupante”.




Los casos concretos de los que hablamos son los de cuatro hombres cuyos cuerpos fueron encontrados desmembrados, en escenas aisladas, en la capital del Atlántico y las proximidades de Cartagena.  Son ‘casos complejos’, como se denominan en su lenguaje técnico, en los que trabaja un equipo conformado por un médico forense, un odontólogo, un disector y María Isabel,  la única antropóloga forense en la Regional Norte de Medicina Legal, responsable por los departamentos de  Guajira, Magdalena, Bolívar, Atlántico, Sucre y San Andrés. 



Cuando se refieren a ‘casos complejos’ se incluyen los desmembrados, pero también cuerpos en estado de esqueletización (restos óseos), calcinación o en descomposición avanzada. En estas situaciones, cada miembro del equipo cumple con una función específica: el disector, o asistente, es el encargado de limpiar, abrir, tocar las entrañas del cuerpo sin vida y tomar muestras; mientras el médico y el antropólogo toman notas, analizan heridas, revisan prendas de vestir y otros objetos que acompañan el cuerpo, emiten conceptos y chequean el acta de levantamiento del cadáver para entender y dictaminar qué sucedió. El odontólogo revisa y coteja la carta dental (si existe) o pregunta a los familiares (si es un cadáver identificado) para establecer o confirmar la identidad a partir de los dientes presentes y faltantes y de sus características particulares. Si se requiere, se tomarán rayos X o se ordenarán pruebas genéticas. Finalmente, el médico expide un Certificado de Necropsia. 


Un proceso silencioso que se esconde tras la conmoción generada por los cuatro desmembrados, que ya trascendió de la prensa regional a los medios nacionales, haciendo que los crímenes de los que fueron víctimas Omar Sánchez Pérez, José Luis Rodríguez, Reyneiro Alexander Márquez y el funcionario del CTI de la Fiscalía Elvis Núñez Arévalo, llegaran a las páginas de varios periódicos y pasaran algunos segundos por los noticieros. Sin embargo, María Isabel, que con 24 años es una de las funcionarias más jóvenes de  Medicina Legal en Barranquilla, sabe que “no todos los muertos son noticia” y que su trabajo y el de sus colegas, aunque arduo, inspira más miedo que respeto en esta sociedad acostumbrada a la muerte. 


Un ejemplo de esos muertos sin titulares es un hombre joven que fue desmembrado hace varios años con su propia herramienta de trabajo, una motosierra, luego de salir de su casa a cargarla con gasolina. Eso sucedió en otra región del país, pero la congestión de los laboratorios forenses hizo que sus huesos llegaran hasta el Caribe, a ocupar la parte alta de un mueble de laboratorio, donde Cardona y su asistente, José Alfredo Villa, limpian la osamenta y analizan las heridas. Si es cierto que somos cuerpos dotados con un alma, a la de este hombre todavía le falta un largo recorrido, científico, judicial y geográfico para descansar. Una vez terminado el análisis antropológico sigue el de medicina forense, y las investigaciones judiciales para determinar, si es posible, autores y móviles del crimen. Pero en Colombia ese camino puede ser eterno, como la muerte misma.



El proceso de identificación y determinación de las causas de cada muerte violenta no es tan sencillo como lo muestran las series de televisión norteamericanas. “Esas series crean falsas expectativas”, apunta María Isabel tajantemente, “sobre todo con el tiempo en el que se obtiene una respuesta definitiva”.  Además, ahora la gente cree que el único método de identificación es la genética, precisamente, el más costoso y demorado de los que se dispone. 


Hay una serie en particular en la que se pensaría al leer el perfil de María Isabel: Bones (Huesos), que cuenta las historias de un equipo forense que trabaja con el FBI en los Estados Unidos. La dulzura de María Isabel desaparece por unos segundos: “no me gusta Bones; no me gusta ella (la protagonista), su manera de ser, y que hacen ver todo tan fácil. Así no es”. Para empezar, “uno no se ve tan bonito con el gorro que hay que usar para que no caiga pelo que contamine las muestras; no podemos usar maquillaje. Hay diferencias muy grandes”.  Así que estas series no son lo suyo, eso queda claro. 


En cambio, si pudiera identificarse con un personaje, sería la agente del FBI Dana Scully, la mente racional al lado de Fox Mulder en los Archivos X. Fue ella quien la inspiró desde niña. La única diferencia es que Scully, el personaje, era médica forense, lo que significaba para Cardona “tratar con vivos”, algo que, evidentemente, no le llama tanto la atención. Su alternativa fue la antropología, y una de las materias que vio en la universidad le dio las bases. Finalmente, su práctica de cuatro meses en la sede de Medicina Legal en Bogotá le sirvió para confirmar que este es su oficio. 


Con esa misma certeza se ríe tímidamente al recordar que, desde que hablaba de su práctica con sus compañeros de la Universidad de Los Andes, entendió que para la mayoría de la gente “no es normal que uno quiera trabajar con muertos”. Incluso para su exnovio, que estudió arquitectura en la misma universidad, resultó demasiado complicado entenderla. A él no le gustaba que le hablara de muertos descompuestos. Ahora ella sabe que eso no le volverá a suceder. Este trabajo es su pasión, y sentencia: “si yo tengo novio, él tendrá que aguantar que le hable de mi trabajo”. Novio sí, pero hijos no, asegura, “porque este mundo está muy podrido”.


No es que no le guste la familia, sobre todo viniendo que una que, sin reservas, la ha apoyado desde los días en que se ofreció de voluntaria para hacer exhumaciones en el Cementerio Central de Bogotá; o como cuando sus padres, Martha Rodríguez y Uriel Cardona, buscaron por cielo y tierra una sierra de mesa que le sirviera para abrir ataúdes, y que su cuerpo menudo no fuera un impedimento para su trabajo. Diana Lucía, la hermana mayor, le ha regalado varias piezas de origami con forma de fémur, cráneo y, la más especial de todas, una columna vertebral, su parte favorita del cuerpo humano, “por la perfección con la que encaja”.  Ahora que vive sola habla con su mamá todos los días y le cuenta, como cualquier hijo que está fuera de casa, las historias que le impactan en el trabajo. Reconoce que si no le contara a alguien, le afectaría. Pero todavía no: después de las cinco de la tarde, cuando sale el trabajo, María Isabel come, descansa, y duerme bien todas las noches. 


Sus miedos son otros. Le teme a las armas; ha visto las atrocidades que los vivos hacen con ellas. También a los carros porque, igual, “pueden matar personas”. Y a los bichos. Me llama la atención que alguien que pasa el día entre muertos puede sobresaltarse al ver una cucaracha en la calle, o al abrir la alacena de la cocina y ver una pequeña salamanqueja. Para ella los peores insectos son las moscas verdes, enormes, que salen de algunos cuerpos descompuestos. En fin, cualquier animal que vuele, o que pueda caer del techo, es el enemigo. 


Los muertos no, para nada. Hablando en su laboratorio, junto a dos canastas de plástico de color gris, que portan los restos óseos de dos hombres, posiblemente miembros de un grupo armado ilegal, y que huelen a algo así como alimento para pájaros, se acuerda de la gente que le preguntaba si no temía que las almas dueñas de los cuerpos que manipula en su trabajo vinieran a ‘jalarle las patas’, como afirma el folclor criollo. Su respuesta, entre risas, es pragmática: “No, a mí es la que menos le van a jalar las patas. Si antes les estoy ayudando”.


domingo, 2 de septiembre de 2012

¿A quién se le ocurre viajar sola a Turquía?

En la vida hay preguntas fáciles y preguntas difíciles. Para mi, la pregunta ¡¿A quién se le ocurre irse sola (mujer) a Turquia (por allá tan lejos)?!!! era de las fáciles. ¡A mi! Aunque a continuación llegara el tan maltratado ¡Jumh, mijita, usted está loca!. 

Todo empezó a principios de junio, en una soleada tarde de oficina, con escasa inspiración para trabajar. En lo profundo de mi corazón, un sentimiento que vivía desde hacía meses dentro de mi, saltó con furia: Quiero vacaciones, me quiero broncear, quiero rascarme la panza sin remordimientos, quiero correr por aeropuertos con la maleta llena (eh, bueno, eso tal vez no), quiero andar en sandalias aunque me salgan callos en los talones, quiero ver el mar, quiero nadar, quiero hablar en inglés como Gloria Delgado (papel interpretado por Sofia Vergara en la serie Modern Family). Siiiii, ¡vacaciones!!!!!!! 

Y una de las cosas que me ha enseñado mi sobrina es que las vacaciones no son los días que uno se queda en la casa (para eso están los días de incapacidades médicas), en las vacaciones se viaja, así sea a la vuelta de la esquina, se respira un aire diferente, la luz del sol es otra, el aire, la gente, la comida...

Así que lo primero fue comprar dos guías de Lonely Planet: la de Turquía (general, con mucha y buena información aunque un poco pesada para llevar en la maleta) y una pequeña guía de bolsillo sobre Estambul (excelente, tamaño perfecto y con todo lo que se necesita para recorrer la ciudad). También me regalaron una guía con videos, en español, la primera vez que fui a la Embajada de Turquía en Bogotá a pedir la visa. 

Con las guías en mano, y entradas permanentes a TripAdvisor.com, la cosa empezó a coger forma. Para aprovechar la visa gringa, y las millas de Avianca, decidí hacer el recorrido Bogotá-Nueva York-Estambul-Nueva York-Bogotá. 

Aunque todavía no tenía la visa turca, porque no se sabía si la eliminaban a partir de agosto. Eso solo se resolvió 10 días antes del viaje, cuando, finalmente, tocó pagar la visa, por un año, pero solo una entrada. A estas alturas, ya en julio, nadie sabía de Turquía tanto como yo, tanto así, que decidí dejar una parte del viaje a la improvisación, una parte muy importante: el destino playa-brisa-y-mar. 

¿Qué sigue? El viaje. Si vuelven, les cuento.